No cuerpos entrelazados, no cuerpos dentro de otros cuerpos.
Un cuerpo, uno sólo, en perpetuo avance hacia otro, también mío.
Errancia minúscula. Vida en tránsito. Fragmentación.
Hemos vivido lejos de nosotros y navegado en mares tacto niebla.
Dulcísimo sopor.
Huye, huye, traza una línea recta en el lugar que antes ocupó la herida.
Rumor amanecer entre las sábanas. Lo líquido.
Espesura conocida del sexo.
Llama sosegada. Constelación de invierno. Trama.
Dime: aves sin rumbo, tus manos: realidad.
No la adormidera de los astros sino una voz presa en la memoria.
Muchas, muchas voces sostenidas en el centro de un hilo.
Ventanas hacia dentro nada nos pertenece.
Estar a oscuras, reconocer el miedo por su olor.
¿Y la victoria?
La victoria no deja rastro: es un vacío.
Mírame: esto es lo que quería. He venido. Deseo que me veas ser.
He dibujado un jardín de insatisfacciones. Olfatéalo. Lámelo.
Escucho cabizbaja mi silencio.
Acompaño a este infinito que nos calla y sigo avanzando hacia mí misma.